El pasado día 17 de mayo, los alumnos y profesores de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM, así como todos aquellos interesados, pudimos acudir a una de las conferencias/coloquio que más han podido aportar a la facultad: Gay Talese, uno de los mejores maestros del mundo de la comunicación.
Con una asistencias tampoco muy numerosa, recibimos a Gay Talese entre aplausos y con él a Juan Cruz, famoso periodista español figura del diario El País. Una serie de introducciones por parte del Secretario General de la UCM y de una de las profesoras de la facultad, la profesora Casals, hicieron notar el nerviosismo y el orgullo de la visita del gran profesional. Casals presentó al invitado como quien su “mirada es a la realidad y ninguna etiqueta podría definirlo”, y tras esto hizo mella en los alumnos al decir “este es un momento de vida universitaria plena”. Y lo fue, para mi si lo fue.
Gay empezó una interesante charla junto con su acompañante Juan Cruz, quien comenzó avisando de que “no es un periodista señorito, es un periodista que trabaja de sol a sol”, lo cual comprobamos al conocer la cantidad de trabajos y éxitos que ha conseguido a lo largo de su carrera.
Tal y como nos contó, siempre permanece atento a su alrededor en busca de una historia, ya que éstas están en todas partes y no debemos ignorar a nadie pues no hace falta que nadie sea especial para que se escriba sobre él. Se debe conocer a las personas y para ello hace falta paciencia.
Pero en su carrera denotan muchas más virtudes además de la paciencia. Voluntad y perseverancia son dos de ellas, y justamente con éstas se podría explicar su historia con la familia Bonnano, integrantes de la mafia italiana, en los que basa en su libro “Honrarás a tu padre”, reeditado este año en España.
Talese, durante uno de sus primeros trabajos como reportero del New York Times, se vio obligado a cubrir un juicio celebrado en Nueva York y en el que el gobierno se enfrentaba a uno de los integrantes de la mafia italiana, Bill Bonano. Talese vio algo en Bill que le hizo sentir que detrás de él había unan gran historia e insistió en una cita, únicamente para charlar, la cual se pospuso hasta casi un año después, cuando se sorprendió al ver que por fin había concertado una entrevista con Bonano, quien le invitó a cenar en un restaurante neoyorquino. Durante la cena pronto tocaron el tema familiar y compartieron información sobre sus hijos y sus mujeres, hasta llegar a la idea de una cena familiar entre todos. Y así fue, dos semanas después ambas familias se encontraban en casa del periodista cenando y dejando a un lado el hecho de que una familia normal estuviera ofreciendo un convite a una familia de la mafia italiana.
La curiosidad de este hecho es característica, tal y como contó Juan Cruz, del periodismo de Gay Talese, y junto a ella están presentes una serie de principios que podrían concretarse en: inteligencia, paciencia, respeto, humildad, sensibilidad, veracidad, confianza y honestidad. Estas cualidades forman parte del periodismo al que Talese defiende, un periodismo que tal y como advirtió, es únicamente para aquellos cuya mayos aspiración profesional sea hacer algo de valor, pero no garantizado. Contar la verdad y ampliar el conocimiento, una profesión en la que “a veces hay que ser poco popular, pues retas al mundo, retas las leyes...” dijo. Dejar a un lado el poder, que tanto gusta a los humanos, publicar dos puntos de vista y escuchar, esas son los consejos del sabio periodista para los asistentes.
Ya casi agotado el tiempo, Juan Cruz hizo una última pregunta, la cual todos los asistentes nos preguntábamos en silencio, sin tener el valor de preguntarlo: “¿Cómo le dices a tu mujer que un ganster de la mafia italiana va ir a cenar a casa?”, “Yo no opino hasta que no conozco, y creo que lo comparto con mi mujer. Creo que ese es el la clave del éxito de nuestro matrimonio”.
Un breve silencio entre asombrado y curioso, y dos palabras de Juan Cruz para terminar: Gracias Maestro.
Teresa Aísa Gasca.
Teresa Aísa Gasca.
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